Decenas de entidades eclesiales refuerzan su compromiso por una Iglesia más discerniente y sinodal
Se trata de una “escucha espiritual” entre los diferentes carismas
“No hablamos de líderes, sino de liderazgo”, porque “no existe liderazgo sin humildad”
“El liderazgo de discernimiento consiste en dejarse liderar por Jesús, por la fuente de vida”
Se presentó el libro 'Liderazgo de Discernimiento Eclesial: Método LiDE. De la persona a la red sinodal'
Explica el proceso experimentado y puede valer a personas de Iglesia que no vivan en España y no puedan hacer LiDE o ADI.
La oferta formativa continúa. LiDE lleva ocho ediciones y ADI cinco.
Decenas de entidades de Iglesia se dieron cita el pasado mes de julio en Madrid con la vista puesta en una Iglesia más discerniente y sinodal. Fue durante la celebración, los días 10 y 11 de julio, de las I Jornadas LiDE/ADI. LiDE son las siglas de la Asociación Liderazgo de Discernimiento para Entidades Eclesiales, compuesta por doce instituciones con sede en España y creada para sostener una experiencia formativa en clave sinodal. Con el mismo enfoque, pero en el ámbito monástico, el proyecto Vida Contemplativa en Sinodalidad (VCenS) posibilita la iniciativa Acompañamiento y Discernimiento Intermonástico.
Cerca de un centenar de hombres y mujeres, religiosas y seglares, de diversas edades y procedencias, profundizaron desde el silencio y la escucha en el camino recorrido hasta el momento -más de tres años entre ambos programas- y los retos que se presentan de ahora en adelante. Se trata de una “escucha espiritual” entre los diferentes carismas, que está provocando “un milagro que hace que hoy estemos aquí", reconoció Roberto de la Iglesia, monje trapense y uno de los coordinadores de VCenS.
“No hablamos de líderes, sino de liderazgo”, porque “no existe liderazgo sin humildad”, explicó Teresa Gil, teresiana y formadora en LiDE y ADI. De hecho, el jesuita Elías López, uno de los precursores de la idea, inspirada en el aliento sinodal que llegó desde Roma gracias al Papa Francisco hace unos años, reconoce que aún “quedan ‘sillas vacías’”, porque “donde más nos hemos podido equivocar es no escuchar todas las voces”.
Algunas de las máximas que convienen en señalar desde la organización son que “el liderazgo que impulsa cambios complejos consiste en abrirse para aprender y discernir”, que “para el liderazgo no se nace, se aprende, con otros”, que “el liderazgo de discernimiento consiste en dejarse liderar por Jesús, por la fuente de vida” y que “a la sinodalidad no la podemos confundir con metodología (herramientas, estructuras, fórmulas...). La sinodalidad es algo mucho más profundo, toca estructuras de poder, porque es creer en la gente y creer en la gente es creer en Dios”.
Por último, uno de los mensajes más repetidos fue que “Dios no elige a los capacitados sino que capacita a los que elige. Y en esa capacitación también está el enredarnos”.
Las Jornadas también sirvieron para acoger la presentación del Libro 'Liderazgo de Discernimiento Eclesial: Método LiDE. De la persona a la red sinodal'. “El libro nace de heridas, generadas por liderazgos mal entendidos, por el ejercicio del poder en la Iglesia”, afirma Pablo Romero, teólogo y economista, miembro del equipo LiDE.
Desafío, red, humildad, verdad, crecimiento, valentía, discernimiento, sanación de la comunión, participación o invitación son algunas de las palabras que definen el libro según sus propios autores, que dialogaron con el resto de asistentes de la mano de la editorial PPC. El libro LiDE explica el proceso personal y colectivo experimentado en el proyecto y puede valer de mucho a personas de Iglesia que no vivan en España y quizás jamás puedan hacer LiDE o ADI.
Más allá de la oferta formativa, que continúa -LiDE lleva ocho ediciones celebradas y ADI cinco-, tanto LiDE como ADI han propiciado la existencia de grupos de escucha y discernimiento interinstitucionales en ámbitos educativos o conventuales, espacios que están haciendo posible la creación de iniciativas sinodales inéditas en España, como ya ocurre en otros países.